lunes, 1 de febrero de 2010

22/1/10> Santiago del Estero: militarizan los hospitales

Otro ataque contra los trabajadores y profesionales de la salud y el pueblo.

Oficina de dirección del hospital.

Aserrín, aserrán,
los maderos de San Juan,
Piden pan, no les dan, piden queso
les dan hueso y les cortan el pescuezo.


La estrofa de esta cancion infantil se aplica a la realidad que estamos atravesando los Autoconvocados de la Salud Pública de Santiago del Estero. Desde hace 4 meses luchamos por nuestro "pan", para dejar de ser trabajadores viviendo con salarios que estan bajo la linea de pobreza, para tener trabajos con obra social, vacaciones, con la estabilidad necesaria que nos permita planificar nuestra vida, soñar con la casita propia, los hijos en la universidad, ¡una jubilación!

(Por un momento me parece estar escribiendo estas líneas antes del primer Gobierno de Perón, cuando los trabajadores no tenían derecho a nada de esto...)

Por luchar por ello, y también por las condiciones en las que se encuentran los hospitales, postas sanitarias y UPAs, sin suficiente recurso humano que atienda a la población en sus necesidades, sin remedios, con tomográfo como el del Regional que no funciona hace 4 meses, con pacientes oncológicos que se mueren... Es decir, por luchar por nosotros y por nuestro pueblo, el ministro de Salud Martínez Luis, rescindió los contratos de planta y de locación de 32 compañeros médicos y de un educador sanitario.

En medio de patologías como la desnutrición, la parasitosis, la lehmaniasis, lepra, dengue, gripe A, este ministro, afecto a los flashes multimediales, se dá el lujo de prescindir de este recurso humano calificado por años de experiencia profesional, en una provincia que no cuenta con universidad formadora de médicos, y que tiene una grave carencia de médicos que puedan atender la poblacion del interior, que mueren a diario en medio del traslado a la capital en autos particulares porque no hay ni ambulancias y las pocas que existen no estan equipadas con los insumos necesarios.

No le interesa a este ministro cordobés (ex funcionario del interventor en Santiago Pablo Lanusse), que los hospitales, al haber sido cesanteados todos sus jefes de servicio, vean afectada su capacidad para organizarse y enfrentar cirugías, tratamientos oncológicos y de diálisis, la atención de
la Maternidad y la Neonatología, etc.

Tampoco parece importarle al gobernador Zamora, pues ante el reclamo, ni siquiera nos tira un "hueso", y tapando el sol con un dedo, desconoce la existencia de Autoconvocados, negándose al diálogo. Parece estar decidido a "rompernos el pescuezo", porque no es otra cosa llenar de policías los hospitales como otra manera más de amedrentarnos.

Pero nuestra causa es justa, nuestro pueblo la va conociendo y manifiesta su apoyo. Lo vemos en las volanteadas de la peatonal, y en las miles de firmas que apoyan esta lucha que no persigue otro fin que lograr que las instituciones de Salud públicas, lo sean, para que resuelven las necesidades de nuestro pueblo.