martes, 12 de junio de 2012

Profesionales y estudiantes investigan la verdadera situación nutricional en un barrio de Córdoba

La semana pasada culminó la segunda etapa del Proyecto de Extensión “Intervención nutricional: generando vínculos para transformar la realidad”. Este proyecto está organizado desde la Escuela de Nutrición de la Universidad de Córdoba. Tiene como uno de sus objetivos la comparación de las nuevas tablas de referencia de crecimiento de la OMS con las tablas de la SAP. Se realizó la medición de peso y talla de 889 niños/as en tres escuelas primarias de la ciudad de Córdoba.


El proyecto está coordinado por la secretaria de Extensión de dicha escuela Lic. Carolina Henze, por el médico pediatra del Centro de Salud del Bº Maldonado Diego Degiorgis, y por la Lic. Gabriela Gottau. Estos tres profesionales y trece estudiantes de nutrición constituyen el equipo organizador. Además, participan de estas actividades 155 estudiantes de la carrera de Licenciatura en Nutrición de la UNC. Colabora también la Escuela de Psicología Social de Córdoba.

El Ministerio de la Salud de la Nación viene implementando las tablas de referencia de crecimiento  de la OMS desde el año 2007. Según el propio Ministerio ha tenido que reconocer, este cambio de criterios genera una distorsión en la valoración del estado nutricional porque por sí sólo determina una disminución del 50% de prevalencia de desnutrición global en niños de 6 meses a 5 años, entre otras cosas. Entonces, con esta actividad se pretende profundizar en el conocimiento de los problemas nutricionales de los niños, cuestionando la propaganda oficial que reduce los problemas nutricionales sólo a la obesidad. Incluso, el jefe de gobierno de la provincia Dr Oscar González afirmó recientemente que: "No hay desnutrición infantil en la provincia de Córdoba".

El relevamiento nutricional se realizó en tres escuelas del área programática del Centro de Salud de Bº Maldonado. Para esta actividad se organizaron grupos de trabajo, quedando un total de 11 grupos de 15 estudiantes aproximadamente. Por cada escuela se realizaron cuatro visitas, dos en el turno de la mañana y dos en el turno tarde. En cada visita, el grupo se dividió en cuatro subgrupos donde se rotaron las tareas: la recepción de cada niño/a, la medición del peso y la talla y la anotación de los datos en las planillas. También se realizaron encuestas alimentarias.

Diego Degiorgis, integrante de la Corriente Salvador Mazza, manifestó que: “Es un proyecto, sencillo pero a la vez muy ambicioso. Ambicioso desde el punto de vista de entender que la salud del pueblo es bastante más compleja que la que conocemos a través de lo escrito. Me siento orgulloso por lograr demostrar que se pueden realizar trabajos de investigación y de extensión en el mismo momento, y que no todo se compra y se vende, que hay profesionales que no nos resignamos con conformamos con la realidad que nos quieren hacer creer. Sino que investigamos y tratamos de conocerla tal cual es y nos desvivimos por poder modificarla.”

Natalia Tejada, integrante del equipo organizador y consejera estudiantil electa, expresó: “Me da mucha alegría que hayamos podido demostrar que, cuando hay decisión, podemos hacer grandes cosas. Es una experiencia que nos permite poner en cuestión no sólo las propias tablas de la OMS,  sino también el contenido de la enseñanza dentro de la universidad.”

Griselda Sosa estudiante e integrante del equipo organizador afirmó que: “Como representante de los estudiantes de la Lic. en Nutrición que tenemos el orgullo de organizar este proyecto, creo que a través de los resultados y conclusiones finales que obtengamos, nuestro trabajo será un valioso aporte de carácter científico que apuntará a modificar las políticas sanitarias de la provincia de Córdoba y que servirá de antecedente e influenciará en el cambio de las políticas Nacionales. Además, consideramos que atender a los problemas nutricionales de los niños es clave para formar los cimientos necesarios para alcanzar un intelecto intacto y nutrido que, junto a la educación, hagan posible un verdadero desarrollo comunitario sustentable.”

Luego de la primera etapa de planificación y finalizada esta segunda etapa de recolección de datos, queda por delante el análisis y el debate en la comunidad para dar respuesta a los problemas nutricionales relevados.



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