domingo, 7 de marzo de 2010

Autoconvocados de Tucumán: BALANCE Y DESAFIOS DE UNA LUCHA HISTORICA

Entrevistamos al Dr. Jorge Mora, uno de los delegados del Instituto de Maternidad de San Miguel de Tucumán, elegido en asamblea. Nos cuenta sobre las causas, el desarrollo y desafíos de esta lucha que conmovió al pueblo.

¿Cuál es la situación actual después de la firma del acta a fin del año pasado?

La situación actual es una situación compleja, buena pero compleja. Se han cumplido a rajatabla los acuerdos de los aumentos salariales. Eso ya ha finalizado en su etapa de ejecución, completo, no hay nada pendiente. Queda pendiente en el punto salarial las paritarias para el otoño. Todavía no tenemos a ciencia cierta en qué momento va a empezar la paritaria para el sector salud. Con respecto a los otros ítems, que era el aspecto de la precarización quizás el aspecto clave del acuerdo que se firmó con el gobierno, hay una parte que se ha cumplido, y una parte que viene demorada. Viene demorada especialmente la parte de los monotributistas. Así que en este momento, en estos días se están realizando reuniones con el gobierno. Hoy justamente se hace una reunión para ver cómo se proyecta en forma más acelerada hacia adelante la resolución de este tema. Esa sería básicamente la situación de hoy.

¿Cuál ha sido en todo este proceso la posición del gobierno provincial y la actitud del gobierno nacional?

La actitud del gobierno provincial ha sido cerradamente negar la asistencia al movimiento autoconvocado, hasta que se pudo lograr un acuerdo a través de la mediación con el Obispado, donde ellos a través de ese acuerdo reconocen a los autoconvocados como un interlocutor válido. El gobierno nacional estuvo representado acá a través de su ministro de salud Manzur, que nunca hizo absolutamente nada para solucionar el conflicto. Pese a que se trató varias veces de localizarlo. Manzur es un hombre del riñón del gobernador Alperovich, así que no podía tener una visión distinta de la que tuvo el gobierno provincial durante toda esta etapa. Fue tan grande la movilización que hubo que no pudo hacer pasar desapercibidas a las reivindicaciones de los trabajadores de la salud.

¿Qué debates hay en el seno de los trabajadores y profesionales de la salud sobre el balance del proceso de lucha y la firma del acta?

Hubo dos posiciones. Una que fue absolutamente mayoritaria, que se ha ratificado en la medida que la gente fue cobrando los nuevos incrementos salariales, donde la firma del acta fue visto como un hecho sumamente positivo. En eso incluyo la mayoría de los trabajadores de la salud, a las organizaciones gremiales nacionales como la FESPROSA, y a distintos sectores políticos entre ellos la Corriente Salvador Mazza. Un sector minoritario, que fue el Partido Obrero y un sector que ahora se denomina Autoconvocados Disidentes dentro del Movimiento Autoconvocado, con cabeza exclusivamente en el Instituto de Maternidad que vio a este acta acuerdo como un fracaso o como una traición. Así lo han manifestado públicamente. Mucha gente que en un principio estaba influenciada por este sector, al ver cómo eran los aumentos salariales ha cambiado de conducta. Así que la experiencia de la gente fue muy importante para valorar en su justo término lo que se había conseguido con el acuerdo.

¿Cómo evaluás qué alcance ha tenido la movilización tanto en su masividad como en su profundidad?

La movilización ha sido enorme. Esto lo charlamos muchas veces con la gente de FESPROSA. Ellos no tenían un antecedente de un paro tan largo de siete meses de actividad. Se ha movido hasta el último hospital regional, hasta el último CAPS, se ha movido desde los profesionales hasta el personal de maestranza. O sea que fue un movimiento enorme y unitario. Eso fue la garantía del éxito.

¿Cómo ves cuáles han sido las causas de tal profundidad de la movilización y el detonante?

Yo creo que la causa de fondo ha sido una situación de congelamiento de la base salarial, de la base cálculo que es la base de cómo se calcula el sueldo básico. El sueldo básico está compuesto de dos cosas: una base de cálculo que es fija, que hasta el día 23 de noviembre cuando llegamos a un acuerdo era de 250 pesos, y eso se multiplicaba por un índice. En el caso de profesionales de categoría A, médicos, el índice era 4.1. O sea multiplicando los 250 pesos por 4.1 se hacían los 1000 y pico de pesos que era el sueldo básico de los médicos. Eso se ha llevado en esa categoría hoy a los 1230 pesos. Con el resto de las categorías la base de cálculo es la misma, pero lo que cambia es el índice. La base cálculo no se había modificado prácticamente desde el año 1991. Ha habido unas pequeñas mejoras hace un par de años, poco significativas. Y los aumentos que se iban dando eran aumentos en negro, no remunerativos, o sea no te permitían jubilar. No integraban ninguna situación que a vos te permitían otros ítems ir mejorando con los aumentos: lo que es antigüedad, lo que es bonificación. Todo eso estaba super congelado. Esa situación ha hecho explosión. Y se potenció fundamentalmente con la muerte, con la epidemia de gripe, de dos compañeras enfermeras del Hospital de Niños. Eso fue lo que llevó esta situación a una explosión.

Actualmente, ¿qué viene discutiendo el movimiento autoconvocado en relación a la sindicalización?

Eso fue un tema muy sentido que nosotros desde los primeros momentos de allá por el mes de julio lo teníamos como una plataforma para trabajar. Lo que hemos discutido en la última reunión de delegados que se hizo en Concepción el miércoles pasado, el día 10 de este mes, es que se mocionó y se aprobó por unanimidad la formación de un sindicato único de todos los trabajadores de la salud de la provincia, sobre la base por supuesto de la actividad oficial: la SIPROSA. En eso estamos. Se irán dando pasos paulatinamente. Hay un consenso en la mayoría de los hospitales que esto es importante. Esa es la situación. Paulatinamente se irán haciendo reuniones en distintos puntos de la provincia para ir propagandizando la idea del sindicato.

¿Cuáles ves que son en este momento hacia adelante los desafíos que hay y las perspectivas?

Éste es un desafío: formar un sindicato es un tema fundamental porque eso nos va a permitir, una vez que la ola de actividad gremial disminuya, que quede plasmado en una organización gremial que pueda seguir el trabajo. Esto nos pasó en otros momentos, en años pasados, donde había una actividad importante pero que llegado el momento de la desfervescencia la situación quedaba en la nada. Entonces la forma de garantizar esta situación que ahora persiste en el tiempo es la formación de un sindicato.