La jornada abrió con la bienvenida del presidente de la Asociación, Dr. Carlos Graci Acosta. Luego hizo uso de la palabra la Dra. Stella Maris Gilabert, que expuso unas diapositivas con la situación del Hospital Santamarina. También hicieron uso de la palabra: Hugo Amor (presidente de la CICOP), el abogado Rodrigo Ravetti, el Dr. Eskinazi (presidente del Colegio Médico, Distrito III de la provincia), el Dr. José Largo (Círculo Médico de Esteban Echeverría).
La jornada finalizó con la lectura de las conclusiones que reproducimos a continuación:
NI MAQUINISTAS DEL TREN SANITARIO NI COMPLICES POR ADAPTACIÓN
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la
tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios,
como causas de enfermedad, son unas pobres causas.”
Dr. Ramón Carrillo
Los profesionales de la Salud
realizamos esta denuncia desde nuestro profundo compromiso con la comunidad,
quienes creemos son víctimas del Sistema de Salud argentino, si es que este
puede llamarse así.
Porque el Sistema de Salud de los
argentinos es un mal sistema de curación de la enfermedad que ni siquiera
cumple con ese objetivo limitado. No existe un sistema integrado e integral que
se base en la Estrategia de Atención Primaria de Salud, con los distintos
niveles de complejidad, para la promoción de la salud, la prevención y curación
de la enfermedad, con una atención próxima a los lugares de vivienda y trabajo
de la población.
No existe, en consecuencia,
accesibilidad geográfica, económica y cultural al acto de salud que debiera ser
un derecho inalienable de todo habitante de nuestra tierra.
Estamos frente a una política
sanitaria caracterizada por:
·
Inexistencia
de planes de promoción de la salud
·
Inexistencia
de planes de prevención
·
Colapso
del sistema de salud público
·
Déficit
en bioseguridad y condiciones de trabajo
·
Falta
de personal
·
Inaccesibilidad
geográfica, económica y cultural al acto de salud.
·
Un
sistema desintegrado.
• Graves carencias crónicas de
financiamiento por parte del Estado.
La última consecuencia de las deformaciones
descriptas es la destrucción de la medicina pública y/o, lo que es lo mismo, su
privatización.
Mientras, cada vez es mayor la cantidad
de personas que requieren del sistema público de salud, este sigue sin satisfacer las necesidades de
atención sanitaria del pueblo, ni de la inmensa mayoría de los trabajadores de
la salud.
Un déficit crónico del presupuesto para
salud, agravado por una descentralización de las estructuras en las provincias,
con una coparticipación de los recursos insuficiente, provoca el colapso de los
sistemas provinciales y municipales
Más allá de
algunas proclamas, sigue siendo un sistema que no está orientado a la
prevención y promoción, sino a la deficiente curación de la enfermedad.
¿La víctima de este sistema es sólo el paciente?
También son víctimas quienes trabajan en él. Éste es otro tema para el debate. Habría que considerar:
- Condiciones salariales.
- Cargos no cubiertos
- Deficientes condiciones de seguridad e higiene laboral
- Falta de personal
- Menos posibilidades de crecimiento profesional.
La salud pública se sostiene con el esfuerzo cotidiano de los trabajadores y trabajadoras que lo hacen sobreexigidos, con un exceso de horas, en varios empleos, para poder cubrir ingresos mínimos dado los bajos salarios y muchos con nombramientos precarios.
La falta
de profesionales, el equipamiento obsoleto, las graves fallas edilicias, camas
de internación insuficientes, higiene inadecuada, déficit de insumos, medidas
de seguridad endebles, frente a una demanda en aumento producto de la crisis
socioeconómica, convierten a la salud publica en otro tren Sarmiento a punto de
estrellarse con victimas preanunciadas.
Los
responsables son los gobiernos Nacionales Provinciales y Municipales que deben
garantizar el derecho a la salud como lo dice nuestra Constitución, y NO el
maquinista de turno.
Callarse
y adaptarse nos vuelve cómplices. Es por
esto que los maquinistas de este tren de la salud denunciamos y exigimos:
- El sistema de salud público debe tener como objetivo el acceso a la salud de toda la población independientemente de su condición social, económica, religiosa, ideológica, racial, etc.
- La atención sanitaria, tanto de la curación de la enfermedad como de la prevención y educación para la salud, debe ser un derecho inalienable e igualitario para toda la población.
- Las condiciones sociales son un factor causal que debe considerarse en el proceso salud-enfermedad-atención.
- Condiciones adecuadas de trabajo. Es decir salarios dignos (mínimo igual a la canasta familiar), sin horarios extenuantes
- Política de Recursos Humanos en salud que asegure el número de trabajadores necesarios para una atención adecuada.
Por un Sistema Nacional Integrado de Salud, de base estatal, público,
gratuito, igualitario, equitativo y eficiente. Basado en la Prevención y
Promoción de la salud, con estructuras de distinto nivel de complejidad,
próximos a los lugares de vivienda. Financiado por un presupuesto 100% estatal.
En un sistema estatal de salud con
esta concepción, los PACIENTES, y los TRABAJADORES DE LA SALUD dejaríamos de
ser víctimas
“Los problemas de la Medicina como rama del Estado, no pueden
resolverse si la política sanitaria no está respaldada por una política social.
Del mismo modo que no puede haber una política social sin una economía
organizada en beneficio de la mayoría.”
Ramón Carrillo
ASOCIACIÓN DE PROFESIONALES DE LA SALUD DE ESTEBAN ECHEVERRIA - CICOP
Estas son las principales conclusiones recogidas
durante la jornada de “Análisis de la
situación sanitaria en un hospital del conurbano bonaerense” realizadas en
el Hospital Santamarina de Monte Grande. Con la participación de distintas
entidades profesionales.
Enviar adhesiones a: asocprofecheverria@gmail.com
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